MI
CASITA ROSADA
Lunes 28 de Abril del 2014
HISTORIA DEL COLEGIO
La Institución Educativa Emblemática Nacional “Santa Rosa”, fue creada el 30 de setiembre de 1898, por la Congregación de Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción, quienes eligieran el nombre de SANTA ROSA, para el primer centro educativo de señoritas de nuestro medio, en honor a la Primera Flor de Santidad de América “Santa Rosa de Lima”. Desde sus inicios ha sido dirigido por las Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción, cuya primera Directora fue la Rvda. Madre Enriqueta Collot, de nacionalidad francesa. Continuaron su camino muchas religiosas que han trabajado para engrandecer la historia de esta casa del saber.Actualmente es dirigida por la Hermana Margarita Tucapac Yupanqui Tolentino, en el marco de una pedagogía de Luz y Verdad, cimentada en valores éticos, morales, espirituales, humanos y cristianos, que la familia rosina viene trabajando con responsabilidad y compromiso. A través de 116 años de hermosa jornada educativa, esta institución, viene forjando mujeres íntegras, con valores; fruto de ello, son las numerosas ex alumnas que han desempeñado y desempeñan cargos de importancia en nuestra sociedad en el ámbito religioso, político y cultural. Gracias al trabajo en equipo de la Comunidad Educativa Rosina y el apoyo del Ministerio de Educación, actualmente cuenta con una moderna infraestructura; auditorio; talleres de producción, sala de banda, cocina, laboratorios de computación, física y química ;campos deportivos, mini coliseo; gimnasio; sala de impresiones, departamento de psicología; departamento de pastoral y oratorio. Además, cuenta con un Centro de Educación Técnico Productivo, con las especialidades de: Textil y Confecciones, Computación e Informática, Estética Personal, Hotelería y Turismo, Artesanía y Manualidades, que desempeñan sus labores en ambientes especialmente acondicionados para ello. Brinda también servicios en Educación Básica Alternativa, para jóvenes que trabajan durante el día.
La I.E. “Santa Rosa”, tiene una rica tradición de cultura artística, la cual se cultiva a través de sus talleres: Folclore, Peña, Coro Litúrgico, Coro Polifónico, Banda de Música, Dibujo y Pintura, Teatro, Danza Folclórica y Cuerdas. Cuenta también con organizaciones y clubes estudiantiles: Policía Escolar, Municipio Escolar, Defensa Civil, Fiscalía Escolar, Oratoria, Declamación, Periodismo, Lectura, Cruz Roja, Proyección Social, Turismo, Matemática, Ciencia y Tecnología, Ecología y Medio Ambiente, Amigos de la ONU y Biblioteca. Por otro lado, la I.E. “Santa Rosa”, es pionera en la organización de ferias científicas y tecnológicas, que motivan el espíritu de investigación en las estudiantes, a través de la elaboración de valiosos proyectos. El año anterior realizó exitosamente su “XXXII FERIA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA”. Su plana docente está capacitada y actualizada, para desarrollar una efectiva labor educativa, pero sobre todo tiene un gran espíritu de servicio y mística institucional, lo cual le ha permitido a la institución alcanzar muchos logros académicos y científicos a nivel local, nacional e internacional. Asimismo, la I.E. “Santa Rosa”, se identifica plenamente con la comunidad, realizando actividades de proyección social, en beneficio de los más necesitados, a través de proyectos permanentes: Educación Carcelaria, Campañas de Salud Integral, Ayuda Humanitaria. La comunidad trujillana y nacional reconoce la calidad del servicio educativo que, durante ciento dieciséis años, viene brindando esta institución a una población de más de dos mil trescientas alumnas; gracias a la vivencia permanente de valores, bajo el lema: “LUZ, VERDAD Y SERVICIO”.
*DÍA DE LA MADRE
La I.E. “Santa Rosa”, tiene una rica tradición de cultura artística, la cual se cultiva a través de sus talleres: Folclore, Peña, Coro Litúrgico, Coro Polifónico, Banda de Música, Dibujo y Pintura, Teatro, Danza Folclórica y Cuerdas. Cuenta también con organizaciones y clubes estudiantiles: Policía Escolar, Municipio Escolar, Defensa Civil, Fiscalía Escolar, Oratoria, Declamación, Periodismo, Lectura, Cruz Roja, Proyección Social, Turismo, Matemática, Ciencia y Tecnología, Ecología y Medio Ambiente, Amigos de la ONU y Biblioteca. Por otro lado, la I.E. “Santa Rosa”, es pionera en la organización de ferias científicas y tecnológicas, que motivan el espíritu de investigación en las estudiantes, a través de la elaboración de valiosos proyectos. El año anterior realizó exitosamente su “XXXII FERIA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA”. Su plana docente está capacitada y actualizada, para desarrollar una efectiva labor educativa, pero sobre todo tiene un gran espíritu de servicio y mística institucional, lo cual le ha permitido a la institución alcanzar muchos logros académicos y científicos a nivel local, nacional e internacional. Asimismo, la I.E. “Santa Rosa”, se identifica plenamente con la comunidad, realizando actividades de proyección social, en beneficio de los más necesitados, a través de proyectos permanentes: Educación Carcelaria, Campañas de Salud Integral, Ayuda Humanitaria. La comunidad trujillana y nacional reconoce la calidad del servicio educativo que, durante ciento dieciséis años, viene brindando esta institución a una población de más de dos mil trescientas alumnas; gracias a la vivencia permanente de valores, bajo el lema: “LUZ, VERDAD Y SERVICIO”.
EDUVIGES
PORTALET
Eduviges Portalet Couturier Sierva de Dios. Eduviges Portalet nació el 3 de diciembre de 1826 en la ciudad de Lyon (Francia). Fue bautizada a los tres días de nacida con los nombres de Francisca Genoveva Eduviges. Sus padres fueron, Benoit Gastón Portalet, abogado de la Corte Real de Lyon y Zelié Eleonore Couturier, parisense de excepcionales cualidades humanas, destacándose su clara inteligencia, perseverancia y virtud. Sus padres eran cristianos ejemplares, Eduviges heredó las virtudes más relevantes de sus padres. Recibió su Primera Comunión en 1838 siendo alumna de las religiosas Ursulinas de Villefranche.
Este primer encuentro con Jesús dejó en su alma indelebles huellas y desde allí no suspiró sino por el Divino Esposo a quién le consagró su virginidad.
Tomó el hábito en la noche Navidad, al mes de su ingreso. Cumpliendo el año canónico de noviciado, hizo su profesión temporal con un gozo indecible. Tres años aún quedó en la casa de Noviciado, siendo modelo de observancia, virtud y sacrificio.
Fue nombrada Maestra de Novicias, cargo que ejerció con mucho acierto hasta su partida a Toulouse. El Señor tenía otros designios sobre esta alma privilegiada.
Él la quería para Madre de una nueva familia religiosa que extendería su Reino de Amor sobre la tierra. Fue así como el 25 de junio de 1866, fue enviada a Toulouse para fundar un instituto para niños ciegos del cual sería ella la superiora. Los comienzos de esta fundación como toda obra escogida por Dios, tuvo grandes pruebas que Madre Eduviges Portalet soportó con gran espíritu de fe, amor y sacrificio. Gran amiga de la santa pobreza, se abrazó a ella con alegría para asemejarse mejor al esposo de su alma. Madre Eduviges se abandonó a la Divina Providencia y no deseó sino hacer en todo la voluntad de Dios.
Fue el mismo Señor que tomó la dirección del instituto y dirigió los acontecimientos. Así en agosto de 1868, la Curia Eclesiástica obligó a nuestra Venerable Madre a separarse de la casa de Marsella, por motivos serios y poderosos de la Administración del Instituto, quedando autónoma esta fundación y establecida la «Congregación Tolosana de la Inmaculada Concepción», bajo los auspicios de Monsier l’Abbé de Pons, Vicario General.
El 3 de octubre de 1868 a los dos meses de estos acontecimientos, renovó Madre Eduviges sus Votos Temporales. Mientras tanto otras almas generosas deseosas de congregarse al Señor, ingresaron al reciente Instituto, cuya vida de Comunidad se convirtió en semillero de virtudes. Fiel colaboradora fue la Madre María Francisca Lohier, quién desplegó gran celo apostólico secundando a Madre Fundadora en sus actividades y aliviándola en sus fatigas con verdadero cariño filial. Se le considera como Cofundadora de la Congregación y su recuerdo va muy unido a los inicios de esta nueva familia religiosa.
Animada del Espíritu de Dios que guiaba todos sus actos Madre Eduviges inicia la construcción del Instituto de Niños Ciegos en la Rue Montplaisir (1870) trasladándose al nuevo edificio el 30 de setiembre de 1871 con la Comunidad y los niños ciegos. Su celo infatigable por dejar bien establecida la base de esta naciente Congregación no tuvo límites y grande fue su gozo cuando en la fiesta de Pascua de Resurrección de 1877 recibió las Reglas aprobadas por la Iglesia, Reglas que regirían desde ese momento a la Congregación.
El 21 de mayo de ese mismo año, inflamada de amor Divino, Madre Eduviges hizo su Profesión Perpetua y el 30 de setiembre fue elegida canónicamente Superiora General por unanimidad. Después de su nombramiento como Superiora General, su primer deseo fue emprender la construcción de la Casa Madre en la Rue Montplaisir, iniciándose las obras en el mes de mayo de 1878. Deseosa de extender su apostolado en bien de los invidentes, funda un Instituto para Obreras Ciegas en Saintes y más tarde abre también una Escuela en esa. En la Casa Madre crea un Externado en abril de 1882. Se encontraba por esa época como Confesor Extraordinario de la Comunidad, el Padre Jacinto María Cormier, dominico. Madre Eduviges que siempre había admirado esta Orden de Santo Domingo por ser ellos los hijos predilectos de María Inmaculada y estando también la reciente Congregación bajo el patrocinio de tan amorosa Madre, quiso por inspiración divina, afiliar su joven familia a esta Orden Gloriosa, manifestando su gran deseo al Padre Cormier (1883).
Este Santo religioso testigo de la vida edificante de las Hermanas, no solamente se alegró, sino se interesó vivamente por hacer realidad el deseo de Madre Eduviges, consiguiendo el fin propuesto ante el Maestro General de la Orden Dominicana, Fr. José María Larroca, quién accedió complacido su petición con el previo consentimiento del Ordinario del lugar. No alcanzaron las palabras para describir la alegría de Madre Eduviges, cuando el 8 de diciembre de 1884, festividad de la Santísima Virgen, Patrona de la Congregación, quedó afiliada a la Orden Dominicana bajo el título de «CONGREGACIÓN DE RELIGIOSAS DOCENTES DE LA TERCERA ORDEN DE SANTO DOMINGO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN», gozando de todos los privilegios de la Orden. Desde ese día la Congregación considera al Padre Cormier, (hoy Beato) como su Fundador. En 1886 la comunidad recibe la visita del Maestro General Larroca, siendo esta visita un aliento y una alegría para el corazón bondadoso de Madre Eduviges.
Las obras se fueron extendiendo guiadas por la Divina Providencia allende los mares hasta nuevos horizontes de América. La Madre Fundadora había recibido reiteradas peticiones para una fundación en el Ecuador (América), para tomar a su cargo la administración y asistencia a los enfermos del Leprocomio de Cuenca. Conocedora que esta era la voluntad de Dios, hizo los preparativos del viaje, enviando a seis de sus religiosas que después de larga travesía, pisaron tierras americanas el 14 de julio de 1889, instalándose en Cuenca (Ecuador).
Rápidamente se extendieron en toda esa República con florecientes obras de beneficencia y Educación. Algunos años más tarde, solicitadas para una fundación en el Perú, un grupo de religiosas pasó a la ciudad de Trujillo (1898) donde iniciaron el Colegio «Santa Rosa» que fue el primero de una serie de florecientes planteles de educación. La Madre Fundadora seguía infatigable trabajando en nuevas fundaciones. El 19 de marzo de 1894, funda en Fanjeaux una Escuela en el Convento de tantos recuerdos de nuestro Bienaventurado Padre Santo Domingo y verifica la compra de dicho Convento. El 8 de agosto del mismo año, traslada a Mazéres la Casa Madre y abre Escuela y Taller. El 4 de noviembre del 1894, la venerada Madre cae gravemente enferma.
El Señor la reclamaba para sí. Ella había cumplido la misión que Jesús le había encargado. El Esposo Divino la llamaba a las Bodas Eternas para coronarla y ella se le presentaba con las manos llenas de buenas obras. El 16 de noviembre de 1894, después de 12 días de gravedad rodeada de todas sus hijas que la lloraban, su alma se abrió como una flor para el cielo.
A la edad de 68 años y 31 de profesión Religiosa, dejó el invierno de la tierra, para ingresar a la primavera eterna de la felicidad del cielo. El perfume de sus virtudes y la semilla de su vida santa, sería el germen que fecundaría el jardín de la Orden Dominicana.
HISTORIA
DE LA CONGREGACIÓN
«Orígenes»
TRAYECTO A LO LARGO DE LA HISTORIA
Eduviges en Toulouse Francia, cuna de nuestra Congregación está situada en Europa occidental, al norte limita con el canal de Mancha y el Paso de Caláis; al este con Alemania, Suiza e Italia; al sur con el mediterráneo y España, al Oeste con el Océano Atlántico. Francia tiene la configuración de un hexágono con fronteras que dan acceso a los cuatro sistemas marítimos de Europa. Sus ríos la ponen en comunicación con el mundo entero: el RODANO traza el camino de Asia y de África; el GARONA y el LOIRA miran hacia América; el SENA abre el sendero de Inglaterra y los ríos del Este van a depositar sus aguas en el centro de la Europa central.
Los montes Vosgos la separan de Alemania, el JURA de Suiza; los Alpes de Italia y los Pirineos la separan de España. Estas montañas parecen monumentos levantados por el gran Hacedor para preconizar la libertad del pueblo francés.
TOULOUSE
Al sur de París se encuentra TOULOUSE, a orillas del río Garona. En su conjunto tiene aspecto de un pueblo de edad media, pero por su estructura arquitectónica es una ciudad moderna.
En esta ciudad, en 1866, la Madre Eduviges Portalet funda una escuela para niños ciegos enviada por el Instituto de María Inmaculada de Marsella. Tres años después ante la situación de aquéllos niños privados de la luz natural y con ansia de conocer la luz de la fe, la Madre Eduviges apoyada por la autoridad eclesiástica funda la Congregación de Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción.
Las primeras hermanas fueron Eduviges Portalet y Francisca Lohier, acompañadas de otras jóvenes, quienes respondiendo a un llamado extraordinario del Señor, supieron actuar según las inspiraciones del Espíritu Santo siguiendo las directivas de la Iglesia.
El Señor de la Historia que siempre suscita para su Iglesia almas generosas, las llamó a mies y el tiempo y la respuesta de amor de ellas fueron haciendo madurar esta comunidad en la responsabilidad de sus tareas diarias, en la exquisita caridad de su apostolado inicial con los invidentes, en la contemplación y el estudio, en las celebración Eucarística centro y culmen de la vida cristiana y en un especial cariño a María Inmaculada, Madre de Dios.
En el Convento de Toulouse, el Padre Jacinto María Cormier, digno hijo y apóstol de la Orden de Predicadores, como buen Dominico, orientó, animó e intensificó la práctica de la virtud y de la caridad, teniendo como base el trato íntimo con el Señor y la contemplación de Dios, Suma, Eterna y total Verdad, para comunicar a los demás lo contemplado (CONTEMPLATA ALIIS TRADERE).
El 8 de Diciembre de 1884, la Congregación fue afiliada a la Orden de Predicadores, por un decreto especial dado en Roma por el Maestro de la Orden Fr. José María Larroca O.P., el Padre Jacinto decía a Madre Eduviges: "Arquímedes pedía un punto de apoyo para levantar el mundo y nadie se lo dio; allí lo tenéis vos, dijo, señalando a las religiosas, levantadlo a las alturas de la santidad y del saber con la palanca poderosa del Santísimo Rosario".
Nuestro Padre Fundador Jacinto María escribió textualmente al Maestro de la Orden: "He fundado esta Congregación para que sea depositaria de la azucena virginal, que es sagrada herencia de nuestro Padre Santo Domingo. Quiero que hayan ángeles en la tierra como los hay en el cielo". Pedía a todos amabilidad para con todos, sin distinción de clases ni credos, convencido que la bondad es el aroma del corazón, de que así como la flor no niega a nadie su perfume, del mismo modo un alma religiosa a nadie niegue su bondad.
En breve tiempo la Madre Eduviges y sus hermanas encendidas por el espíritu dominicano y su celo por la salvación de las almas, pusieron sus ojos en América como el campo para seguir cultivando la viña del Señor.
Las primeras dominicas de la Inmaculada Concepción llegaron a Ecuador, después de una larga travesía por mar. Del Puerto de Guayaquil viajaron hasta Cuenca para hacerse cargo del Leprocomio Mariano Estrella.
Posteriormente fueron solicitadas desde Trujillo llegando al Perú para evangelizar a través de la educación, desde allí se extendieron a partir de 1898. En este año se funda el Colegio Nacional Santa Rosa de Trujillo y posteriormente muchas otras obras dedicadas a la Educación de niños y jóvenes a lo largo y ancho de nuestro Perú.
En el frondoso árbol de la Orden Dominicana, nuestra Congregación ha extendido su tarea apostólica en Francia, España, Italia, Ecuador, Colombia, México, Estados Unidos, Argentina y Perú.
En 1998 la Congregación conmemoró su primer centenario de presencia apostólica en el Perú; bajo la atenta mirada de nuestro Padre Jacinto María Cormier que fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en el año 1994 y del espíritu de nuestra fundadora Eduviges Portalet, la mujer fuerte del evangelio quien supo discernir en su tiempo el llamado que Dios le hizo, para que siga animando a nuestra Familia Dominicana de la Inmaculada Concepción a vivir unánimes en el Señor, no teniendo más que un solo corazón y una sola alma en Dios.
Al amparo de María Inmaculada, la Congregación de Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción camina por los caminos del Señor, animada por las virtudes teologales "...procurando que cada una de las hermanas tienda a su propia santificación, siguiendo con más libertad a Cristo pobre, casto y obediente y trabajando para la edificación del edificio común que es la Congregación". (Constitución Fundamental).
ACTIVIDADES :
- Feria de ciencias
- Jornadas espirituales
- Recibimiento de los sacramentos
- Escuela de padres
- Actividades pastorales
- Fiestas Patrias....
FECHAS
CÍVICAS
*DÍA DEL PADRE
*FIESTAS PATRIAS
*FIESTAS PATRONALES